El origen de la cultura egipcia

Los orígenes de una de las civilizaciones que es considerada fuente de la cultura occidental no se puede establecer con certeza. Se cree que los habitantes primitivos estuvieron bajo la influencia de la cultura del Próximo Oriente. Las descripciones de la civilización y otros datos se deben a conjeturas, descubrimientos arqueológicos, restos de ruinas, tumbas, etc. Que poseen muestras importantes de esta cultura, una de las mejores fuentes han sido los JEROGLIFICOS.


Para el estudio del periodo dinástico (1º dinastía y periodo de los Tolomeos) fue importante el AEGYPTIACA de Maletón, sacerdote Tolemaico (siglo III a.C.) que hizo una lista de reyes dividida en 30 dinastías.
Egipto se dividió entonces en dinastías. Esta división hasta la conquista de Alejandro III El Magno, fueron los imperios Antiguo, Medio, nuevo, con periodos intermedios, luego los periodos tardio y de los Tolomeos, estos ya están fijados en el tiempo gracias a nuevos hallazgos.
  • Período Arcaico (3100-2686 a. C.), dinastías I y II, donde los faraones fueron Menes y Den, en este periodo se fundo Menfis además de hacerse contactos con Mesopotamia e incursiones sobre Libia.
  • Reino Antiguo (2686-2181 ac), dinastías III y IV, donde la capital fue la ya fundada Menfis, en este reino los faraones fueron Keops, Kefren, Micerino, además que se levantaron las pirámides de Gizé Abusir y las pirámides de Sakkara. Se realizaron expediciones militares a Palestina y una penetración en la baja Nubla.
  • I periodo Intermedio (2181-2040 a. C.), dinastías VII y XI, la capital fue Herakleópolis, aquí hubo un faraón, llamado Mentuhotep II.
  • Reino Medio (2040-1786 a. C.), dinastías XI y XII, la capital aquí fueron: Tebas y Iti-Tani, los faraones también eran dos, Sesostris I y Sesostris II, en este reino se hizo una penetración en la baja Nubla.
  • II Periodo Intermedio (1786-1567 a.c.), dinastias XIII y XVII, la capital aquí es Iti-Tani y Tebas y el poder egipci se extiende hasta Siria y Biblos, aquí se produce la nvasion de los Hicsos (1720).
  • Reino Nuevo (1567-1085 a. C.), dinastías XVIII y XX, las capitales en estas dinastias fueron Tebas, Tell el y Amarna. Los faraones fueron: Tuthmosis, Amenofis, Akhenaton, Tutankhamon, Ramses. Algunos monumentos importantes son: Karnak, Luxor, Tell el Amarna, Ramesseum, abu Simbel y el libro de los muertos. Aquí se hizo una política expansionista hasta Siria y Palestina, Hubo una conquista en Nubia y un tratado de amistad con los Hititas.
  • III periodo Intermedio (10805-664 a.C.) dinastías XXI y XX, las capitales fueron Tanis y Tebas, el faraón en este periodo fue Shisheng, también se produjo en este periodo la conquista de Egipto por los asirios.
  • Periodo Saita (664-525 a. C.) dinastía XXVI, la capital fue Sais y los faraones del periodo fueron Psametico I y Nekao, se produjo la expulsión de los asirios y la derrota de Karkemish.
  • Epoca baja (525-332 a. C.) dinastias XXVII-XXXI, los faraones fueron Cambises, Dario, Jerjes y Artajerjes. Se produjo la victoria de Cambises e implantación de la dinastía Persa (XXVII)
  • Egipto Griego (332-30 a. C.) dinastía Ptolemaica, el faraon fue Alejandro Magno y Ptolomeo, un hecho cultural fue la fundación de Alejandría, junto con su museo y biblioteca.
  • Egipto Romano (30ac-395dc) En este periodo se produce la derrota en Actium de Marco Antonio y Cleopatra por Octavio, incorporación del país al Imperio Romano.




    según la tradición egipcia los primeros reyes de Egipto no fueron hombres, sino dioses. Al principio de los tiempos, cuando los dioses descendieron sobre la Tierra, la encontraron cubierta por el fango y el agua. El principal de los dioses, al que los egipcios denominaron "Dios del Cielo y de la Tierra", Ptah, fue el encargado de realizar grandes obras hidráulicas y de canalización, que lograron ganar terreno a las aguas.

    Ptah ubicó su residencia en la Isla Elefantina, cerca de la actual Asuán, y desde allí controló las crecidas del Río Nilo, asentando las bases para la civilización.

    Después de 9.000 años de reinado, el Dios Ptah cedió el gobierno de Egipto a su hijo Ra, que al igual que su padre llegó a la Tierra en una barca celestial. El reinado de Ra duró 1.000 años, y le continuaron en el trono cinco dioses más, Shu (700 años), Geb (500 años), Osiris (450 años), Seth (350 años) y Horus (300 años).
    El Dios Ptah

    Esta Primera Dinastía de Dioses-Reyes rigió en un "Tiempo Primero" o "Zep-Tepi", el antiguo Egipto durante 12.300 años, sucediéndole una segunda dinastía con el Dios Thot a la cabeza que alcanzó una duración de 13.870 años. Posteriormente a estos dos periodos, el poder fue cedido a gobernantes semidivinos, mitad hombre mitad dioses, durante 3.650 años en los que se sucedieron, uno tras otro, treinta reyes.

    En total fueron 17.520 años de poder y control de los dioses y semidioses, que finalizaron en un oscuro periodo de caos y anarquía, del que no existe la más mínima referencia, y que duró 350 años. Es en este momento cuando aparece la Primera Dinastía de gobernantes humanos, en la figura del faraón Narmer, primer gobernante reconocido oficialmente por la egiptología, pues el resto de lo anteriormente expuesto pertenece al mundo de la mitología y la fantasía.

    Es imposible, aseguran tajantemente los expertos, que, antes de la aparición de la I Dinastía o Periodo Tinita (3.100 a.C.-2.700 a.C.), pudieran existir durante un tiempo tan prolongado semejante número de gobernantes, eso sin mencionar su origen divino y extremada longevidad.

    Pero los egipcios estaban muy seguros de sus orígenes y de su historia. El tiempo era algo que controlaban muy bien los antiguos egipcios, precisamente gracias a sus dioses, quienes, según ellos, les enseñaron a dividir el año (renpet) en doce meses (abed), de treinta días cada uno y divididos en tres semanas (mellu) de diez días cada una. Este calendario alcanzaba 360 días, y era complementado con cinco días especiales (jeriu-renpet).

    El año estaba formado por tres estaciones que venían claramente determinadas por el Río Nilo. La Primera Estación era la de la crecida del río (ajet), de mediados de junio a mediados de octubre. La seguía la Estación de la Germinación (peret) que finalizaba a mediados de febrero. Por último la Estación de la Cosecha (shemu).

    Existían otros tipos de calendario, pero todos seguían una minuciosa y escrupulosa exactitud, transmitida generación tras generación. Con total seguridad, si un antiguo egipcio escuchara hoy en día que la cronología de los Dioses-Reyes que gobernaron Egipto mucho antes de Narmer, no es más que una fantasía, se llevaría un gran disgusto y un no menor enfado.

    Hace 2.500 años, Heródoto escribía en su "Libro II de la Historia" que, en su visita a Egipto, los sacerdotes de tebas le habían mostrado personalmente 341 estatuas, cada una de las cuales correspondía a una generación de sumos sacerdotes desde 11.340 años atrás en el tiempo. Le dijeron que las figuras representaban a hombres, pero que antes de esos hombres en Egipto reinaron los dioses, que habían convivido con los seres humanos. De todo ello guardaban datos muy precisos, ya que siempre, desde el principio de los tiempos, ésa había sido su misión.
    Un grupo de dioses viaja a bordo de una embarcación

    Otro historiador griego, Diodoro, que visitó Egipto en el Siglo I d.C., también habló y aprendió de los sacerdotes egipcios sobre su historia y tradición. Al igual que Heródoto pudo escuchar de boca de los sacerdotes que los humanos reinaban en el Valle del Nilo desde hacía poco menos de 5.000 años. Uno de los primeros cronistas de la Iglesia Cristiana, Eusebio, logró recoger numerosas crónicas que hacían el mismo tipo de referencias que Heródoto y Diodoro. Pero tal vez ninguno como Manetón, sumo sacerdote y escribano egipcio, supiese acaparar en sus textos la increíble historia de Egipto.

    Manetón fue contemporáneo del General de Alejandro Magno Ptolomeo, fundador de la Dinastía Ptolomeica (304-282 a.C.). Vivió en la Ciudad de Sebennitos y fue Gran Sacerdote en el Templo de Heliópolis, donde escribió los Tres Volúmenes de su Historia de Egipto, cuyos originales han desaparecido, y que conocemos en gran medida gracias al historiador griego Julio Africano, que recopiló numerosos fragmentos de su obra.

    Manetón o Manetho (verdad de Thot), relataba en esta obra que los dioses reinaron sobre Egipto durante 13.900 años, y los semidioses que les continuaron otros 11.000 años más. Gracias a su clase sacerdotal, pudo acceder a numerosa información restringida que había sido recogida durante cientos y cientos de años. Según sus fuentes el primer Rey de Egipto fue Hefestos, quien inventó el fuego, le siguieron Cronos, Osiris, Tifón y Horus. Después, los "Shemsu-Hor" o seguidores de Horus, de origen semidivino, gobernaron durante 1.255 años. Les continuaron otros reyes por un periodo de 1.817 años.
    Distintos investigadores aseguran ver en estos dibujos (tumba de Ramsés VI, Valle de los Reyes)
    seres con escafandras provenientes de las estrellas, tal y como aseguraban las antiguas tradiciones egipcias.

    Otro periodo más de 1.790 años formado por treinta reyes que gobernaron en Menfis y 350 años más de otros diez soberanos que reinaron en Tanis. En total, sólo el reinado de los semidioses hasta la aparición de los reyes de la Epoca Dinástica Temprana, alcanzó 5.813 años, una auténtica patada a la historia y a la cronología establecida por la moderna egiptología.

    Este mismo problema ha aparecido con las Listas de Reyes Sumerios, aparecidas en distintos textos como el W-B/144 ó W-B/62, donde se establecen fantásticos gobiernos de los dioses que se remontan a docenas de miles de años antes de lo
    establecido por la arqueología oficial.

    Aunque tal vez el caso más conocido por todos nosotros sea el de los Patriarcas Bíblicos, auténticas "máquinas de hacer años", como los míticos Adán, Set, Enós, Cainán, Mahaleel, Jared, Enoc, Matusalén, Lamec, Noe, Sem, Arfaxad, etc, etc. La edad alcanzada por cualquiera de ellos, haría estremecer los presupuestos destinados a jubilaciones de la Seguridad Social.

    A pesar del innegable esfuerzo de la arqueología por establecer una cronología "lógica" de los antiguos reinos e imperios, el prejuicio a la hora de establecer la existencia física de los dioses que todas las culturas establecen como los fundadores de la civilización en la Tierra, hacen imposible profundizar en una verdadera historia que continúa oculta a todos nosotros.

    La cada vez más reconocida antigüedad de algunos de los monumentos que nos han llegado, como es el caso de la Esfinge de Giza y de la cual tratamos en otro de los apartados de este temario de Egipto Oculto, han hecho posible que algunos investigadores hayan reconsiderado el revisar las cronologías dogmáticas a lo largo de los dos últimos siglos. Por desgracia los máximos responsables continúan aferrados a una serie de intereses y al mantenimiento de un estatus que tratan de defender a toda costa.